A manera de presentación:
Traemos a la luz pública una nueva edición de la presente editorial.
“Jesucristo nunca ha existido” se edita no como capricho por rescatar una obra editada por nosotros hace al menos 8 años, sino más como una necesidad de dar a conocer una obra importante para el pensamiento racionalista.
La idea de Jesucristo, un ser todo bondad que todo lo dio por la humanidad, sigue inspirando a muchas personas para las acciones menos sinceras (ya que actúan en bien no por amor al bien en sí, sino por el temor a Dios o por ganar su amor) y para justificar los más grandes crímenes cometidos contra la humanidad.
Nos hayamos pues con una obra que se planta delante de esa creencia y que para en seco la figura divina de un personaje. Emilio Bossi no se contenta con demostrar, como ya han hecho muchos otros, que la existencia de Dios es un imposible y un absurdo. Va directamente al libro que muchos consideran sagrado (la Biblia), abre sus entrañas y con
ese mismo libro en la mano demuestra la inexistencia de ese ser al que por más de 2000 años se le han brindado todo tipo de ofrendas y rezos, y que rara vez fuera de los círculos históricos se atreve nadie a cuestionar su existencia.
No se trata, pues, de una obra cualquiera, sino de una obra realmente potente que pone al cristianismo y al catolicismo contra las cuerdas al demostrar con sus propias fuentes la inexistencia de Jesucristo.
Analiza además a los que debieron ser contemporáneos de Jesucristo, las obras históricas principales de ese entonces y demuestra sin lugar a refutación alguna que Jesucristo, más que un ser real, fue el resultado de la lucha por la preponderancia de las distintas religiones de entonces e incluso de las mismas interpretaciones del mismo cristianismo, existente antes de la supuesta existencia de Jesucristo, así como el inicio de una serie de crímenes religiosos para imponer a ese ser, que bañaron en sangre al planeta entero.
Nada nuevo dijo el cristianismo respecto de la fábula de su personaje central, por cuanto los llamados “Dioses redentores” habían antecedido por cientos de años al cristianismo en cuanto a los actos, vida y muerte de sus dioses, que no eran sino interpretaciones heliosísticas (es decir, adoración al sol) y de los cuales los cristianos tomaron casi todos sus ritos para ponérselos a su Jesucristo, persiguiendo posteriormente a aquellos de quienes tomaron la materia prima de sus creencias.
Así mismo hacemos notar el hecho de que al publicar una obra donde se mencionan a otros dioses anteriores al cristiano, ello no significa en modo alguno que creamos en ellos, sino solamente se dan como referencia histórica, demostrando con ello la falsedad de la religión que hoy por hoy se presenta como inatacable y fundamental para la vida.
Como editorial y como integrantes de la misma nos declaramos ateos.
Creemos este tipo de publicaciones de una importancia suma, pues como bien demostró Bakunin en los textos que fueron recopilados bajo el nombre de “Dios y el Estado”, la religión, y en especial la cristiana y la católica, son los principales pilares en los que se funda el sometimiento de las personas a las autoridades terrenales, mismas que tienen al mundo asolado hace ya bastantes años y a las que los anarquistas tienen la guerra jurada.
Es hora, pues, de que este libro sea difundido masivamente, dando con ello herramientas más que suficientes a todos quienes aspiran a la aniquilación de la religión y la elevación de la ciencia al lugar que le corresponde.
Perseguidos, encarcelados, torturados, asesinados; mutilados, quemados vivos, los librepensadores que se han atrevido a cuestionar a Dios han pagado caro tan bella aspiración. Demostrar solo los hechos reales y comprobables, y no las fábulas e invenciones que la Iglesia se ha inventado para mayor sometimiento de las personas a los poderosos, así como para levantar un imperio de oro y opulencia sobre los miles de millones de hambrientos en el mundo, no es una virtud, sino un acto que perseguir, según el mundo dirigido por la Iglesia.
A todos ellos, a todas ellas, a quienes históricamente han sufrido las atrocidades de la Iglesia es a quienes dedicamos la labor de rescatar este profundo libro, por la rehabilitación de sus aspiraciones que la Iglesia silenció con la espada y el fuego.
Porque aunque la religión se haya perpetuado durante tanto tiempo, nunca podrá callar las voces de quienes retoman las palabras de Bakunin para combatir el oscurantismo: “Si Dios existe, el hombre es esclavo; ahora bien, el hombre puede y debe ser libre: por consiguiente, Dios no existe”
Deseamos que esta obra ayude a combatir dichas creencias nulas como historia, vacías como idea de hermandad, ridículas en la ciencia, y de cuyo contenido solamente una profecía se cumplirá, pero en su contra “El que a hierro mata a hierro morirá”
El grupo editor.